Cuando me enteré de que iba a trabajar por 3 meses en Bocachica, la verdad no estaba contento . Me enoje y buscaba excusas del por qué no debía estar en Bocachica, una de las principales excusas que tenía es que ya había estado por 2 semanas en el 2019 y que simplemente debían ir otras personas. En lo más profundo de mi corazón sentía que debía venir a esta isla  pero no lo quería aceptar.

En medio de esos pensamientos me llegaban recuerdos como en el momento que le dije a Dios : » Señor yo no quiero ir a Bocachica, pero haré lo que me digas , ni siquiera voy a decidir el lugar a donde ir , llévame a donde tu quieras «.

Recordar está conversación que tuve con Él calmaba mi enojo. Poco a poco fui aceptando el reto de venir e invertir en los niños , jóvenes y adultos de la isla por 3 meses a través de la consejería (salud emocional).

Llegar a este lugar fue un choque cultural , el desorden , la música a todo volumen de Jueves a Lunes, las peleas , el descuido de la higiene , y otros factores fueron realmente un choque; las primeras 2 semanas fueron rudas la verdad, sentía confusión y temor a cometer errores.

Hasta que un día me senté en el balcón de la casa donde estoy hospedandome, decidí descansar por un momento y respirar, la brisa de la bahía a las 7 de la noche era fuerte.. mientras miraba la cancha y a los pelaos  jugando fútbol … En ese momento me hice la pregunta ¿Dios cual es tu visión para este lugar? Y Él respondió, «demostrar mi amor sin condición, confiando en ellos , verlos con esperanza a pesar de que sean violentos, animarlos, ser amigo«. Y yo dije «wow Señor, esto es un sueño para ti», en este punto tuve una visión de universidades, clínicas, complejos deportivos, parques y calles  asfaltadas, aqui caí en cuenta de que Dios ya comenzó a hacer un cambio en el corazón de esta comunidad y que esto traerá el desarrollo en todas las áreas a  su tiempo.

A partir de ese día mis creencias hacia la isla cambiaron , mi sentimiento y mi actitud a la hora de trabajar e invertir tiempo en la comunidad cambió. Cada día que salía a trabajar como consejero, a impulsar los sueños de otros, veía a la isla con más esperanza. Todo esto me ayudó a entender que el temor a cometer errores opaca la creatividad, que el servicio voluntario se traduce en amar al otro.

Parte de mi sueño es viajar a las naciones e impulsar a otros para que cumplan sus sueños en Jesús. En estos 3 meses de trabajo que dediqué en la isla, tuve la oportunidad de encaminar a niños, jóvenes y adultos a encontrar su ser genuino para alcanzar esos sueños.

Dios me acompañó, me guío y cuidó, poco a poco me fue mostrando su amor por este lugar , las circunstancias no cambiaron su carácter, siguió siendo fiel en todo.

Inocentemente estaba cumpliendo una pequeña parte de mi sueño, no lo había notado, porque estaba colocando mi confianza en las circunstancias y no en su carácter.

¿ Estarás tu, cumpliendo parte de tu sueño y no lo has notado ?

Geraldo Lopez