El Proyecto libertad es un ministerio de misericordia, se enfoca en el desarrollo integral de los individuos y está ubicado en la isla de Bocachica desde 1997.

La primera vez que pisé Bocachica fue para un proyecto de la Escuela Word by Heart 2019 (WbH), donde grabamos un vídeo en la isla contando el capítulo 21 del Evangelio de Juan (https://youtu.be/E_-ei_40-hk).
Solamente estuvimos 2 o 3 días, y aunque tuvimos contacto con la comunidad, no fue algo como para poder profundizar en relaciones; pero hay un episodio que no podré olvidar y que dejó marcado mi corazón. Mi participación en la grabación consistía en contar la historia del ciego de nacimiento (Juan 9) a la señora de los fritos; esa fue una de las primeras experiencias de contar historias a personas desconocidas, y aunque probablemente no conté la historia bien y olvidé partes, pude experimentar lo que dice Hebreos 4:12, “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos”. Quedé sorprendida y llena de gozo al ver cómo lágrimas salían de los ojos de aquella mujer que pudo ver quizá mejor que yo, como este ex ciego que se postró ante los pies de Jesús y lo adoró en agradecimiento por su milagro.

Pasaban los días y Dios colocaba en mi corazón el ser parte, oraba por Bocachica y por más gente que amara el Proyecto Libertad; muchas veces sin saberlo, nosotros mismos terminamos siendo respuesta a nuestras oraciones. Dios coloca en los corazones el querer y también la oportunidad.
Una semana después de mi cumpleaños estaban necesitando ayuda para el Proyecto Libertad y decidí ir; creo que Dios nos dejó dos libros importantes para conocer más de Él y su carácter: la Biblia y la creación. Para mí la playa es una de las maneras de conectarme con Él, experimentar eso unos días después de cumplir años era una especie de regalo que Dios me daba. Antes de llegar estaba recibiendo…

El plan era ayudar por 1 semana, aunque se terminó convirtiendo en 2 meses. Pude tener más contacto con la comunidad y ver la oportunidad de compartir con ellos seminarios para que aprendieran historias de la Biblia. Mi primer público y con quienes invertí más tiempo fueron los niños, ¡muchos niños! No es fácil captar la atención durante tres horas (que es el tiempo aproximado de un seminario); así que invertimos una hora diaria de lunes a miércoles, y el jueves, en la reunión de niños, algunos compartían la historia. Aunque no fue fácil, requirió de mucha paciencia y amor, pero el verlos contando esas historias pagaba con creces cada pequeño esfuerzo. Era gratificante el ver que se convertían en pequeñas biblias ambulantes, con una partícula de la mente de Dios en ellos. Uno de los frutos de que los niños aprendieran esas historias, fue una presentación teatral que hicieron, algunos padres estuvieron presente y se emocionaron mucho, ese día se les entregaron Biblias a los niños.

El Salmo 119:11 declara: «En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti», sus palabras son como una especie de agua y jabón para la mente, donde se lavan constantemente los pensamientos»; esto no sucedió sólo con niños, sino también con mujeres de la iglesia «El lugar de su presencia», en la que impartimos el seminario durante tres viernes seguidos.
Como el Proyecto Libertad se enfoca en el desarrollo integral del individuo (físico, mental, espiritual), pude colocar al servicio de los niños de la comunidad mis estudios de mecánica dental, enseñando no sólo de la biblia, sino también sobre prevención bucal, la correcta técnica de cepillado, el uso del hilo dental, etc. Todo esto se llevó a cabo junto con una de las estudiantes del equipo de la Escuela de Misiones Estratégicas, que es higienista dental, agradezco a ese equipo en particular por el tiempo y el trabajo allí.

El evangelio de Cristo está siendo compartido de diferentes formas, y una de ellas es la Película de Jesús (Jesus film), con la cual tuve la oportunidad de compartir la historia de la resurrección de Jesús después que se proyectaba a la comunidad.
Dios está interesado en todas las generaciones y quiere darnos libertad en cada área de nuestras vidas; en esa isla en particular, que también es un lugar de descanso y reflexión, pude llorar intensamente la pérdida de mi papá como no lo había hecho nunca, al reprimir mi dolor, en esa isla Dios me enseñó a depender de Él y no de mis propias fuerzas como estaba acostumbrada. Así que yo también recibí libertad.
Jesús en una oportunidad dijo «Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad y la verdad los hará libres.» (Juan 8:31-32), Jesús es la verdad misma.

Allá pude ver pequeños ojos de amor, brazos en necesidad de un abrazo u oídos ansiosos por escuchar alguna palabra de afirmación; y en esta base, de alguna forma, reciben eso que tanto anhelan. Así como el nombre del proyecto es Libertad, Bocachica necesita de esa libertad en Cristo.

¡Sé parte de este proyecto con nosotros!.

Lina Andrea Páez Felix.